Nuestro siguiente destino era el Parque Nacional de Plitvice.
Habíamos visto algunas fotos en internet y nos pareció bonito, pero hasta que no llegas allí no te haces una idea realmente de lo que es.
Como llegábamos a Plitvice de noche (recuerdo que pasé un poco de miedo porque la carreterilla hasta el hotel estaba super oscura y era estrecha y sinuosa), teníamos ya reserva en un hotel rural precioso, Plitvice Ethno House, cerquísima de la entrada al parque (nos costó 65€ la habitación doble con desayuno incluido, baratísimo para lo bonito que es).
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| Hotel Ethno House... |
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| ...rodeado de naturaleza |
En cuanto al parque, os lo recomiendo 100%. Esos colores no los veréis en ningún otro sitio, y aunque se paga entrada (no más de 15€ por persona) vale la pena recorrerlo. Al comenzar veréis un mapa con varios recorridos posibles, según las ganas de andar y el tiempo que tengáis. Con el mismo ticket podréis usar un trenecillo y barcos que te hacen ciertos recorridos. Son bastante útiles, ya que como el parque está en diferentes niveles, van bien sobretodo para subir hasta arriba.
Nosotros decidimos pasar allí todo el día y comimos en uno de los restaurantes del mismo parque. Simplemente precioso.
No nos fuimos demasiado tarde de allí porque aún teníamos que hacer unos cuantos kilometrillos hasta el siguiente pueblo, Split.
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